miércoles, 22 de agosto de 2007



¿Qué es un país subdesarrollado?... es un país que no fue desarrollado, así de simple… es una sentencia de muerte, un muerto en vida, un país dependiente, un país obrero y un espacio organizado para rellenar el territorio. Es un país pobre en dinero, rico en recursos, es un país que fue violado, asaltado y desvalijado por un país desarrollado.

En los inicios de la Revolución cubana se filma Memorias del subdesarrollo, por Tomás Gutiérrez Alea, uno de los directores de cine más consagrados de la Cuba actual. Una historia que surge del libro homónimo de Edmundo Desnoes; y que trata de cómo ve un “burgués” el paso de la revolución entre los años de 1961 y 1963, entre la Segunda Declaración de La Habana y la Crisis de los misiles.

El burgués llamado Sergio que ha dejado a su familia y a su ex-esposa que vuelen hacia Miami, arrancando del horror que el marxismo cubano traerá a la isla… me recuerda mucho a unas imágenes que vi de los chilenos que arrancaron del gobierno de Allende… para volver en septiembre de 1973. En Cuba no han vuelto aún, la revolución sin querer (y se puede decir, que gracias al bloqueo de Estados Unidos y gracias a los mismo cubanos en el exilio) se fortaleció con cada ataque y cada intento de ver a Castro muerto.

Volviendo a la película Sergio decide quedarse, de las rentas pasa a ser escritor, necesita vivir en carne propia lo que está pasando en la isla, pero su compromiso no es con la causa… en realidad no le importa mucho… la diferencia entre Batista y la revolución sólo la ve en la destrucción de un monolito con un águila que sería cambiada por una paloma de Picasso (no su hija por supuesto), el resto es lo mismo.
Entre sus reflexiones en primera persona, Sergio se pasea por La Habana reflexionando sobre la vida, el subdesarrollo, las mujeres cubanas y el amor. En la nueva Cuba, Sergio recorre el pasado reciente de su antigua escuela de curas y la casa de Hemingway donde compara la diferencia entre países desarollados "Para eso solamente sirven los países atrasados, para la vida de los instintos, para matar animales salvajes, pescar o tirarse en la arena a coger sol" .
Al final Sergio un burgués, en plena Revolución Cubana, también es parte de “la masa anónima, de la América de color, sombría, taciturna, que canta en el continente la misma tristeza y desengaño”. Con el escepticismo que ya nos curó de espanto a muchos latinoamericanos, que entendimos que no llegaremos a ser países desarrollados nunca…
No porque no tengamos los medios, al contrario ese fue el problema si hubiésemos sido países pobres tal vez, nos hubiesen dejado tranquilos.
Al final Memorias del subdesarrollo tiene el valor de llevarnos a la Cuba revolucionaria, sin el fanatismo de los castristas y la odiosidad de los anticatristas… es un viaje, con uno tintes de testimonio histórico, urbano y social de La Habana.